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LA ¿JUSTICIA?  EN LAS REDES SOCIALES.

LA ¿JUSTICIA? EN LAS REDES SOCIALES.

Publicado en el diario El Cordillerano del 13-05-16.

“J.L.C del Felipe Cobas ha salido del Penal hace poco, alerta a la comunidad, le gusta violar menores, es un pedófilo y lo han visto en el írea 1 tocándole la cola a un nene”. Esta y otras publicaciones similares llegan a mi muro.

“J.L.C del Felipe Cobas ha salido del Penal hace poco, alerta a la comunidad, le gusta violar menores, es un pedófilo y lo han visto en el área 1 tocándole la cola a un nene”. Esta y otras publicaciones similares llegan a mi muro.

Violadores, secuestradores, golpeadores, maltratadores de animales todos escrachados con fotos, nombre, apellido y hasta denuncian el domicilio. A esas personas se las acusa, se las juzga y condena con la velocidad del 3.0.

Me pregunto, ¿alguien comprobó la veracidad de lo que se dice?

Son muchos que sienten la obligación de compartir la imagen de un pedófilo, o violador creyendo que están ayudando a su propia familia y a la sociedad. Pero ¿están actuando bien?

Todos somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario. Es la justicia el lugar propicio para hacer esas denuncias, y será esta quién condene.

Muchos confunden libertad de expresión con libertinaje. No se puede decir cualquier cosa por internet. O mejor dicho, podrías, pero con las consecuencias legales de la calumnia, el deshonor o del delito que corresponda.

Vale recordar el caso de “Cami”, una joven que decidió sacar una foto y escrachó a un “degenerado” que la miró 1 hora y cuarto libidinosamente durante un viaje en colectivo. Resultó que ese degenerado era un chico autista. Claro que el escrache ya había hecho su daño, con más de 10 mil comentarios agresivos hacía el joven, hasta proponían el linchamiento, y una difusión imparable de la acusación (se compartió 4 mil veces).

La reproducción impensada de estos escraches puede tener consecuencias graves. Nuestro código penal establece multas de hasta $30.000 al que deshonrare o desacreditare a otro o le impute falsamente la comisión de un delito. A esta multa, hay que sumarle la indemnización por daño moral.

La pena no solo recae en quién sube originalmente la falsa denuncia, también cabe para cualquiera que la comparta o reproduzca.

Antes de querer salvar al mundo compartiendo un escrache, tomate algunos segundos para chequear la información. Ante la duda, no la compartas.

Sebastián A. Gamen
Profesor - Abogado especialista en Derecho informático y Nuevas tecnologías.
Para contacto:
www.sebastiangamen.com sag@sebastiangamen.com