Nota publicada en el diario Perfil el 13-03-20.
La Organización Mundial de la Salud declaró al coronavirus (Covid-19) como una pandemia. Hasta esa declaración había 120.000 infectados en todo el mundo, y 4.200 fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud declaró al
coronavirus (Covid-19) como una pandemia. Hasta esa declaración había 120.000
infectados en todo el mundo, y 4.200 fallecidos.
Todo el mundo está preocupado por el virus, y
casi todo el día se habla de ello. No hay dudas que la situación es
preocupante.
Que se haya declarado pandemia significa que la
propagación es mundial.
“La OMS ha estado evaluando este brote durante
todo el tiempo y estamos profundamente preocupados tanto por los niveles
alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de
inacción”, dijo Ghebreyesus.
La tecnología y el
coronavirus.
China, epicentro del virus, usa todos los
recursos a su alcance para controlar el contagio. Aparentemente, lo está
logrando.
No dudó en poner en cuarentena a casi 60
millones de habitantes de varias ciudades. Pero también usa la tecnología.
Controlan dónde ha estado cada persona los
últimos 15 días, utilizando los datos de las torres de telefonía a las que se
han conectado sus teléfonos móviles, una información a la que acceden cuando el
usuario envía un SMS autorizándolo. Para ello han pedido colaboración a Alibaba
Group Holding Ltd. y Tencent Holdings Ltd. que han puesto a disposición un sistema
que utiliza códigos QR de tres colores diferentes, asignados por el Gobierno en
función de dónde haya estado una persona y los síntomas que muestre. Quienes reciben
un código rojo deben permanecer 14 días en cuarentena; con código amarillo
deben aislarse durante una semana y los que tengan uno verde pueden moverse
libremente.
Otra herramienta que utiliza China para
controlar la pandemia es una aplicación llamada Yixiaosou, que utiliza el GPS
del móvil. Conociendo la ubicación de la persona, muestra el mapa de los
contagios cercanos, así como el tiempo transcurrido desde que cada persona
contrajo el virus.
La inteligencia artificial ocupa un rol
importante en materia de prevención de epidemias. La empresa canadiense BlueDot
utiliza IA para monitorizar el principio de una posible epidemia rastreando
noticias en múltiples idiomas, avisos oficiales o redes de enfermedades de
animales y plantas. El pasado 31 de diciembre, este programa alertó sobre una
neumonía que había afectado a 27 personas, relacionadas con un mercado de
animales vivos de Wuhan, estableciendo que guardaba similitudes con la epidemia
del SARS en 2003. BlueDot había descubierto el coronavirus, días antes de que la
OMS confirmase que se había identificado un nuevo virus, el Covid-19.
BlueDot también fue capaz de prever, utilizando
los datos del tráfico aéreo, que el virus inicialmente se propagaría a Bangkok,
Seúl, Taipei y Tokio.
Un viejo antecedente.
Un poco más atrás en el tiempo, podemos
recordar lo acontecido con el virus de la gripe aviar (2009).
Por aquellos años, con ese virus, existía
también el miedo de que se expandiera por todo el mundo, con temor a que se
convierta en pandemia.
Como no había vacunas disponibles, una de las
soluciones era ralentizar su propagación. Pero, para ello debían saber hacía
donde se estaba propagando, es decir necesitan tener esa información con la
misma rapidez con se movía el virus.
En los Estados Unidos los centros de control y
Prevención de Enfermedades (CDC) obtenían la información de los propios
médicos. Pero, el retraso que generaba procesar esa información y también, el
hecho de que muchas personas acudían al doctor días después de haberse
contagiado el virus dificultaban la predicción de hacia donde se estaba
propagando el virus.
Ingenieros
de Google descubrieron que tenían la capacidad de predecir la propagación del
virus, no solo en el mundo sino, en regiones más acotadas como ciudades o
pueblos. ¿Cómo lo lograban? Analizando las búsquedas de las personas en
internet, aprovechándose de las casi tres mil millones de consultas diarias que
recibía el buscador por aquellos tiempos.
Diseñaron un sistema que buscaba correlaciones
entre la frecuencia de ciertas búsquedas de información y la propagación de la
gripe a lo largo del tiempo y el espacio. Es decir, primero buscaron las
palabras claves que pudieran tener alguna relación con la enfermedad, sin caer
en el facilismo de utilizar “gripe”, “remedio para la tos y la fiebre”, etc.
Procesaron un total de cuatrocientos millones de modelos matemáticos para poner
a prueba los términos de búsqueda comparándolos con los casos de gripe
registrados por la CDC dos años antes (2007 y 2008). De ese modo y
aprovechándose de la enorme información que tenían hallaron cuarenta y cinco
términos de búsqueda, logrando de ese modo predecir la propagación de la
enfermedad a tiempo real.
Año 2020, ¿Qué cambió?
Estamos frente a una nueva pandemia, en eso
estamos igual que hace 10 años atrás. Pero lo que cambió es el valor de los
datos personales y la protección jurídica que hoy reciben.
Los controles con uso de tecnologías que hacen
en China, son posibles principalmente porque es una sociedad que ya tiene la
costumbre de controlar todo. Las autoridades tienen el único objetivo de evitar
el avance del virus y en ese sentido, utilizarán las tecnologías y los datos de
la población. Me atrevo a decir con o sin consentimiento de los ciudadanos.
La Unión Europea (UE), como la mayoría de los
países occidentales, vienen desde hace muchos años tomando conciencia de la importancia
de los datos personales y la necesidad de protegerlos. En ese sentido, las
legislaciones de estos países dicen que los datos personales son ni más ni
menos que de sus titulares y que no pueden ser utilizados sin su consentimiento.
La gravedad del caso amerita que la protección
de los datos personales ceda ante cuestiones de emergencia sanitaria.
Italia aprobó una legislación de emergencia que
requiere que cualquier persona que haya permanecido recientemente en una zona
de riesgo lo notifique a las autoridades sanitarias, ya sea directamente o a
través de su médico.
Alemania ha introducido en su legislación sobre
protección de datos personales una redacción que permite específicamente el
tratamiento de datos personales en caso de epidemia o de catástrofes naturales
o provocadas por el hombre.
Como sabemos la protección de datos personales
es más fuerte en los países occidentales, y por tal razón no imagino que
utilicen la geolocalización de los ciudadanos para intentar controlar el virus.
No en estas circunstancias. Si la pandemia sigue avanzando, ¿es una posibilidad
que se podría considerar?